lunes, 23 de julio de 2012

País.- La actriz de vasta trayectoria teatral, televisiva y cinematográfica, también reconocida como docente y directora teatral, murió a causa de un cáncer de colon. La capilla ardiente montada en el Teatro Regio de la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba 6056, estará abierta hasta las 10 de hoy, horario en que partirá el cortejo fúnebre que llevará los restos de la actriz Alicia Zanca hasta el cementerio privado Parque Memorial, del partido bonaerense de Pilar, informó la Asociación Argentina de Actores. La intérprete murió a las 10 de ayer en la clínica Fleni, del barrio de Belgrano, donde se encontraba internada desde hacía 15 días, informaron a Télam en la Asociación Argentina de Actores. Desde los años 70 desarrolló una larga labor que incluyó dirigir textos de William Shakespeare, Tennesse Williams, Anton Chéjov, Griselda Gambaro en salas de Argentina y México, e incluso tuvo a su cargo la puesta de dos óperas, en 2003 y 2009, en salas de La Plata y Buenos Aires. Docente de actuación en el Teatro San Martín y en la Universidad de Palermo, Zanca impartió cursos de su especialidad en el Instituto Español Juan Ramón Jiménez y en el Instituto Miguel de Cervantes, ambos en Marruecos. “Con todo el dolor de mi alma tengo que decirles que falleció Alicia Zanca. Infinita tristeza. Jamás hubiera querido escribir eso pero estoy con Tami (una de sus hijas) y prefiero que se enteren de buena fuente. Alicia estaba enferma”, informó Laura Benevento, jefa de prensa de Alicia, mediante su cuenta de Twitter.
La actriz estuvo casada con el actor Gustavo Garzón, con quien tuvo tres hijos (Tamara y los mellizos Juan y Mariano), y actualmente se encontraba en pareja con un español, con quien mantenía una relación a distancia ya que el hombre vive en Brasil.Zanca debutó como actriz en 1972 en el teatro Atlas de Mar del Plata, junto a Alfredo Alcón en "Las brujas de Salem", dirigida por Agustín Alezzo, dando inicio así a una profusa actividad que también llegó al cine y a la televisión. En los últimos años su labor teatral se había destacado en la dirección, con puestas de "La pulga en la oreja", en el accidentado Espacio Los Ángeles, su creación particular "Las mujeres de Tennessee", y "Bodas de sangre", de Federico García Lorca, aún en cartel en el teatro El Vitral. En la pantalla chica tomó parte, desde 1976, en las series “Dos a quererse”, “Una escalera al cielo”, “Daniel y Cecilia”, “Me caso con vos”, “Estado civil”, “Por siempre tuyo”, “Quiero morir mañana”, “Alta comedia”, “Chiquititas” y “Calientes”. En 2006 participó en los ciclos “Soy tu fan” y “Se dice amor” y recién volvió a ese medio en 2011 tomando parte de la no estrenada "Unidad 9", que se rodó en La Plata, y este año actuó en "Volver a nacer", miniserie impulsada por las hermanas Melina y Julieta Petriella que se vio por la Televisión Pública. Pero a Alicia no la deslumbraba la tele; en 2002 le dijo a Télam que la consideraba "un antro de programas estúpidos que muestran ejemplos de familias que no existen. La tevé está tan desvalorizada como los actores y la mayoría de los ciclos que se autodenominan realistas sólo están aprovechando el negocio de la realidad".
En cine debutó en 1974 en “El amor infiel”, de Mario David, y luego participó en “Qué es el otoño”, de Rodolfo Kuhn, “El tío disparate” y “Vivir con alegría”, las dos de Ramón “Palito” Ortega, “Abierto día y noche”, de Fernando Ayala, “Espérame mucho”, de Juan José Jusid, “La cruz invertida”, de Mario David, y “Flores robadas en los jardines de Quilmes”, de Antonio Ottone. De la mano de Ottone cumplió su protagónico en la audaz “Los amores de Laurita”, seguida por “Obsesión de venganza”, de Emilio Vieyra, “Con la misma bronca”, de Mario David, “Los espíritus patrióticos”, de María Victoria Menis y Pablo Nisenson. Luego estelarizó junto a Víctor Laplace “Secretos compartidos”, de Alberto Lecchi, y se la vio en “El mismo amor, la misma lluvia”, de Juan José Campanella, “Gallito ciego”, de Santiago Carlos Oves, y “Campo de sangre”, de Gabriel Arbós. Sus últimas apariciones cinematográficas fueron en “Arregui… la noticia del día”, de María Victoria Menis, “Los esclavos felices”, nuevamente con Arbós, “Cargo de conciencia” (2005), de Emilio Vieyra, “Rosas rojas… rojas”, de Carlos Martínez, y “El salto de Christian”, de Eduardo Calcagno. La escena recuerda brillantes actuaciones de la actriz fallecida, que desde su juventud se destacó por un atractivo físico y una gran frescura, causando fuerte impacto en la obra para jóvenes "El mundo de la flor verde", de Mane Bernardo y Sarah Bianchi, que se vio en 1973 en el San Martín. Entre otros grandes trabajos se hallan "Casas de viudos", de George Bernard Shaw, "Mustafá", de Armando Discépolo, "El jardín de los cerezos", de Chéjov, y sobre todo "Boda blanca", de Tadeusz Rozewicz, que le reportó reconocimientos de público y crítica y muchos premios. En la última década brilló en "Penas sin importancia" y "De profesión maternal", de Griselda Gambaro, y "Rápido nocturno, aire de foxtrot", de Mauricio Kartun, las tres dirigidas por Laura Yusem, con quien tuvo muy buena comunicación artística.

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