jueves, 9 de mayo de 2013

MURIO JULIO MAHARBIS

Entre el folkore y el cine nacional. Foto: LA NACION Julio Mahárbiz, el locutor, productor y funcionario nacional que se hizo conocido como anfitrión durante casi cuatro décadas del Festival de Cosquín, falleció en la madrugada de ayer, enfermo de cáncer. Tenía 77 años. Márbiz (acortó su apellido casi a modo de nombre artístico) era un hombre inquieto a pesar de su decir pausado, que combinaba equilibradamente lo coloquial y lo ceremonioso. Fue quien popularizó el grito "Aquí Cosquín: Capital Nacional del Folklore" y también el impulsor de un movimiento dedicado a la música nativa que tuvo su mayor éxito en las décadas del sesenta y del setenta. Fue uno de los grandes defensores del trabajo de artistas que estrenaban películas y editaban discos como nunca antes. Y su proyecto Argentinísima se convirtió -además de ser el nombre de películas y de programas de televisión y radio- en una marca registrada que dio cuenta de ese momento que vivía el folklore nacional y toda la cultura que tenía que ver con lo criollo. Al locutor sólo le faltaban dos meses para cumplir 78, pero lo suyo no era una carrera contra el tiempo. Uno de sus hijos explicó a una agencia de noticias que Julio pasó sus últimos días en su casa, rodeado por sus afectos. Tal vez le haya quedado alguna cosa por hacer en lo profesional, pero siempre estuvo en lugares de exposición y de decisión que estaban relacionados a la cultura, tanto en el ámbito privado como en el estatal. Durante la gestión menemista se desempeñó como funcionario. Fue director de Radio Nacional, entre 1989 y 1996, y luego titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), desde donde se encargó de reinstalar el Festival de Cine de Mar del Plata. Quizás una de las mayores curiosidades de su personalidad haya sido que ese tono campechano fuera la voz de un hombre enérgico en sus decisiones, capaz de despertar cerradas adhesiones y muy fuertes rechazos. Porque todas esas gestiones culturales fueron elogiadas por algunos y duramente criticadas por otros. Por otro lado, su nombre es ineludible en la historia del Festival de Cosquín. Porque fue entre 1963 y 2001 su maestro de ceremonias. Pero detrás del escenario su opinión tenía tanto peso como la de cualquier otro con poder de decisión. Por ese motivo no estuvo exento de las polémicas. Atravesó todas las tormentas que azotaron el Festival de Cosquín: las restricciones de la dictadura, los problemas presupuestarios y las polémicas por los virajes artísticos de algunas ediciones. Incluso hubo quienes lo acusaron de tener demasiada injerencia en la trastienda del festival. Su capacidad para imponer su opinión y para tomar decisiones lo llevó a la gestión incluso del propio festival. Durante la breve etapa en que la organización del encuentro folklórico fue encargada a productores privados, se asoció a Palito Ortega y a Norberto Baccon para llevar adelante una realización integral que tuvo suerte dispar. Desde entonces, su relación con la comisión municipal de Cosquín no fue la misma. Ni siquiera estuvo presente en la celebración de los 50 años de festival. Pero también es cierto que durante las primeras décadas Márbiz fue uno de sus más apasionados difusores. A este locutor convertido en productor se le debe el hecho de que muchos músicos de convocatoria incipiente se convirtieran en artistas famosos de alcance nacional e internacional. ¿Cuantas voces (Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui) pasaron por Argentinísima ? En 2009 se dio el gusto de celebrar las cuatro décadas de su programa con un festejo en el teatro Broadway. Lejos de la función pública, pero siempre cerca de los festivales, durante el último lustro fue el encargado de producir el Festival de la Canción de Mar de Plata, cuando ya habían pasado cincuenta años de su llegada a Buenos Aires, desde la provincia de Córdoba, para dar los primeros pasos en la locución, en emisoras porteñas como Radio Belgrano. Las exequias se realizarán hoy, a partir de las 10, en el cementerio Jardín de Paz. fUENTE: DIARIO lA NACIÓN.

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