martes, 26 de julio de 2016

Auditorio Juan Victoria. Cumplió 46 años.

Auditorio Juan Victoria LA SALA DE CONCIERTOS MÁS ACTIVA DE LA PROVINCIA FESTEJA SUS 46 AÑOS Creado en 1970 y reconocido como una obra única por sus características en Argentina, el Auditorio Juan Victoria cumple 46 años. En este marco, a través del Ministerio de Turismo y Cultura, se entregaron reconocimientos a 3 personas que colaboraron, desde su inicio, a mantener esta perla cultural sanjuanina. Además, hubo un brindis donde participaron autoridades, músicos, artistas y personas vinculadas a la sala.​ El Auditorio Juan Victoria está de fiesta. Es que la sala de conciertos más activa del interior del país cumple 46 años de su creación. Para celebrar este nuevo año, además de un brindis, desde el Ministerio de Turismo y Cultura se entregaron distinciones a tres personas que trabajan allí desde los inicios de esta imponente sala cultural. En 1970, nació el Auditorio Juan Victoria. En un espacio, que aún no contaba con butacas, se realizó el primer concierto de órgano y así quedó oficialmente inaugurada con el objetivo de difundir la música. Con el paso de tiempo, el complejo cultural se transformó en un lugar emblemático de la provincia y también a nivel nacional ya que artistas reconocidos mundialmente pisaron el escenario más codiciado. Pasaron 46 años y el Auditorio aún conserva su condición edilicia. Para eso, varias personas colaboraron durante más de 4 décadas. Pascual Miguel Sedeño, Alfredo Oscar Castro y Eduardo Oscar Aragón son ejemplos de esta dedicación y sentido de pertenencia. Tareas de mantenimiento y electricidad, encargado de la sala y jardinería, son las funciones que cumplen cada uno de ellos, respectivamente.
No solo por ser eficientes, sino porque asumieron un compromiso incondicional durante años, hoy recibieron un reconocimiento por parte de las autoridades del Ministerio de Turismo y Cultura. Además, autoridades, músicos, artistas y personas que están involucradas en llevar a cabo cada temporada anual en este codiciado complejo, fueron parte de un brindis. Cerca de 100 mil personas visitan, anualmente, esta sala que alberga 976 butacas, donde el público puede apreciar los espectáculos cómodamente y con una calidad acústica de excelencia. Motivos suficientes para celebrar estos 46 años, que llegan con proyectos de recuperar la funcionalidad del edificio en su totalidad, lo que incluye cambio de sistema cloacal y pisos exteriores, remodelación de camarines, aires acondicionados y calefacción en todo el complejo y recuperación de espacios verdes. PRENSA MINISTERIO DE TURISMO Y CULTURA

martes, 19 de julio de 2016

LA CHICA DANESA: Tráiler Mundial (Universal Pictures) [HD]

Cine club de la Franklin

“LA CHICA DANESA” El jueves 21 de julio a partir de las 21,30 hs, en la Biblioteca Franklin, continua el ciclo "CINE CLUB DE LA FRANKLIN”, por décimo quinto año consecutivo. En tal oportunidad, se proyectará, el film deTom Hooper “LA CHICA DANESA” Como es habitual la entrada es libre y gratuita. Dinamarca, años 20. La pareja de pintores formada por Einar (Eddie Redmayne) y Gerda Wegener (Alicia Vikander) disfruta de su éxito. Un día, por casualidad, la modelo a la que ella ha contratado para retratar en sus cuadros ha tenido que cancelar la cita y necesita terminar esas pinturas a tiempo. Para que ella pueda finalizar su trabajo, la pintora le pregunta a su marido si no le importaría ponerse medias y zapatos de mujer por unos instantes, a lo que él accederá sin problema.
Esta revelación desencadenará el despertar de un anhelo largamente escondido por Einar: su deseo de ser mujer. Al principio este juego les resulta apasionante y divertido, cuando los retratos resultan ser un éxito, y ella anima a su marido a adoptar una apariencia femenina. Después no lo será tanto para Einar, que se da cuenta de que se siente una mujer por dentro. La vida del matrimonio dará un enorme giro y el nacimiento de una identidad femenina en el cuerpo masculino de Einar provocará muchos problemas en su relación sentimental. En su lucha por hacer justicia a su yo interior, Einar se convertirá en Lili Elbe. Su decisión final será la de hacerse una operación de cambio de sexo, convirtiéndose así en pionero en la cultura transgénero y uno de los primeros en operarse y cambiar de sexo. SOLO APTA PARA MAYORES DE 18 AÑOS. El ciclo está organizado por la Biblioteca Franklin, la Dirección de Cultura del Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan, con la coordinación del cineasta y autor del ciclo, Carlos Cerimedo. Declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura, del Gobierno de San Juan ENTRADA LIBRE Y GRATUITA wwwcarloscerimedo.blogspot.com

VACACIONES EN LA FRANKLIN

Desde el lunes 18 y hasta el sabado 23 de julio. Cine infantil en la Biblioteca Franklin. Hasta el miercoles 18. "El gran dinosaurio". A partir del jueves 21 hasta el sabado 23 a las 11,00 hs "Zootopia". Entrada libre y gratuita. BIBLIOTECA FRANKLIN, 150 AÑOS CON LA CULTURA DE SAN JUAN. Retirar las entradas una hora antes de cada función por la biblioteca.

jueves, 14 de julio de 2016

CINE CLUB DE LA FRANKLIN

“La ladrona de libros” 14 de julio 21,30hs El jueves 14 de julio a partir de las 21,30 hs, en la Biblioteca Franklin, continua el ciclo "CINE CLUB DE LA FRANKLIN”, por décimo quinto año consecutivo. En tal oportunidad, se proyectará, el film “La ladrona de libros” Como es habitual la entrada es libre y gratuita. Basada en la novela de Markus Zusak "La ladrona de libros", cuenta la historia de Liesel Mamminger, una niña de 9 años adoptada por una familia obrera alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Ayudada por su padre adoptivo, la joven aprende a leer y compartir libros con sus vecinos y con Rudy, un hombre judío que vive escondico en su hogar. El partido de Hitler es muy poderoso y cada vez son más los adeptos que se unen a su causa. La niña logra distraerse de los bombardeos con la lectura de las novelas que roba, sin embargo, será la historia que ella misma está escribiendo la que le salve la vida.
Brian Percival (A Boy Called Dad) dirige la adaptación del filme protagonizado por Sophie Nélisse (Profesor Lazhar) como Liesel, Geoffrey Rush (El discurso del rey) que encarna al padre de la niña y Emily Watson (War Horse), a la madre. El ciclo está organizado por la Biblioteca Franklin, la Dirección de Cultura del Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan, con la coordinación del cineasta y autor del ciclo, Carlos Cerimedo. Declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura, del Gobierno de San Juan ENTRADA LIBRE Y GRATUITA wwwcarloscerimedo.blogspot.com

martes, 5 de julio de 2016

ANIVERSARIO DE LUIS SANDRINI

Luis Sandrini: “Hasta que el cuerpo aguante” En el mes de julio de 2016 se cumplieron 36 años de la muerte de una de las figuras más destacadas del cine argentino, Luis Sandrini, quien con su modo particular de interpretar cada papel, lograba a la perfección generar una verdadera comunión entre su persona y el público. Fue precisamente un frío 5 de julio de 1980 cuando la muerte golpeó a su puerta. No obstante, en sus 75 años de vida terrenal Luis había logrado conseguir todo lo que se había propuesto, por lo que no dudaba en asegurar: “Estoy conforme con mi vida porque hice todo lo que sentí y porque trabajé durante 50 años respetando al público. Soy un cómico sentimental, hacer lo que hago me ayuda a vivir”. Bajo el nombre de Luis Santiago Sandrini Lagomarsino nacía el 22 de febrero de 1905 en la ciudad de San Pedro, Provincia de Buenos Aires, donde desde hacía años se había radicado su padre, un genovés actor de teatro que amaba el circo.
Ese fue seguramente el motivo por el cual el pequeño Luisito comenzó a trabajar como payaso en una compañía circense junto a sus progenitores, cuando aún no había comenzado la escuela primaria. De esta forma, en el pequeño Luis fueron creciendo las ansias de convertirse en un adulto que pudiera compartir su alegría de payaso con un público cada vez más grande, y que en definitiva lo llevarían a transitar el camino de la actuación, no sólo humorística, sino que incluyendo también el melodrama. Sin embargo, en una primera instancia, Luis decidió que tenía cierta vocación de docente, por lo que logró obtener su título, aunque jamás llegó a ejercer. Es que el circo y el teatro se fueron convirtiendo poco a poco en su máxima pasión. Motivado por su vocación, al cumplir los 18 años decidió mudarse a la ciudad de Buenos Aires, y allí comenzó a dar sus primeros pasos en el Circo Rinaldi, donde también se desenvolvió como payaso, tony y miembro de la comparsa, funciones a las que supo añadirles su toque mágico. Y fue precisamente ese toque mágico el que le abrió las puertas del teatro, y Luis cambió la arena por las tablas, cuando a principios de la década del treinta se incorporó a la prestigiosa compañía de Enrique Muiño y Elías Alippi, en principio participando del llamado género del circo criollo, destinado a las obras gauchescas, y luego progresando hacia los protagónicos de otras piezas teatrales. Cabe en este punto recordar el inmenso éxito obtenido en 1933 con su personaje de “el Eusebio” dentro de la obra “Los tres berretines”, de Malfatti y De Las Llanderas, que posteriormente llegó al séptimo arte, consagrando para siempre a Luis en el firmamento de las grandes estrellas del cine nacional. Pero su verdadero debut en el cine se produjo en el año 1933, cuando integró el elenco de la película “Tango” de Luis Moglia Barth, la cual es considerada la primera pieza sonora del cine nacional. Allí compartió su trabajo con la mujer que en aquel entonces era su pareja: Tita Merello. A este filme le siguió la versión cinematográfica de “Los tres berretines” y luego “Riachuelo” de Luis Moglia Barth, donde finalmente Luis Sandrini logró conquistar el corazón de los espectadores, y convertirse en uno de los actores más solicitados de ese momento.
Las décadas que le siguieron llevaron a Luis a la pantalla grande en más de 70 películas, elevando su figura al estandarte de referente inevitable del cine argentino en el período que va desde la década del treinta a la del sesenta. La clave de su éxito fue en definitiva su talento, ya que Sandrini supo conquistar al público no sólo de nuestro país, sino a todos aquellos de habla hispana, precisamente gracias a su manera particular de interpretar los diversos roles que se le presentaban, superando con su personalidad las facetas de los personajes que le tocaron encarnar. La mezcla exacta de humor y sensibilidad, le permitieron reflejar el arquetipo del argentino de la época, aquel que por su ingenuidad caía preso de las trampas de los hombres con malas intenciones. Otras veces su picardía eran motivo suficiente para desarrollar las historias que se tejían alrededor de sus personajes. Tal es el éxito eterno de las películas en las que participó, que aún hoy la gente se refiere a las mismas como “las películas de Sandrini”, dejando en las sombras al resto del elenco, e incluso a los directores de los filmes, porque la figura de Luis eclipsaba por completo el metraje. Todavía se recuerdan con ternura las inolvidables expresiones de sus personajes, aquel tartamudeo nervioso, el siempre presente amor a la madre, y frases que con el correr del tiempo se han vuelto un ícono, como aquella que decía “¡La vieja ve los colores!”. El ingreso y el éxito en el cine le permitieron a Sandrini ser parte en primera instancia de la radio, con su inolvidable personaje llamado Felipe, el cual posteriormente llegó a la televisión, dentro de un ciclo cómico emitido por Canal 13, compartiendo la pantalla con humoristas de la talla de Pepe Biondi, José Marrone, Dringe Farías, Juan Carlos Altavista, Carlos Balá, Alberto Olmedo y Tato Bores. No obstante, a pesar del amor que le tenía su público, Sandrini se vio obligado por un tiempo a dejar su vocación y dedicarse a la carpintería, en un taller improvisado en su casa, en cuya puerta de entrada colgaba un cartel improvisado que decía “Aquí trabaja Sandrini”. Este período coincide con la caída del Peronismo, en 1955.
A pesar de todo ello, jamás se alejó de su vida profesional, la cual culminó a la par de su vida, durante la filmación de su última película titulada “Qué linda es mi familia”, dirigida por Palito Ortega, y en la que compartió su trabajó junto a Niní Marshall. Fue durante el rodaje de este filme, que Luis Sandrini comienza a presentar síntomas de enfermedad, que le produjeron una agonía de 16 días, hasta el final inevitable. Hoy, su trabajo no sólo es reconocido a nivel internacional, sino que nuestro querido Sandrini es también un ícono en otros países como España, y un verdadero ídolo entre las comunidades de habla hispana en Estados Unidos. Fuente Biografías del cine argentino