sábado, 18 de junio de 2016
La Patagonia rebelde, a 42 años de su estreno
La Patagonia rebelde es una película argentina dramática-histórica de acción de 1974 dirigida por Héctor Olivera y protagonizada por Héctor Alterio, Luis Brandoni, Federico Luppi y Pepe Soriano. Fue escrita por Olivera, Fernando Ayala y Osvaldo Bayer, basada en el libro de Bayer Los vengadores de la Patagonia trágica, que relata los hechos de la denominada Patagonia rebelde del año 1921.
Si bien al comienzo fue censurada por el entonces presidente, Juan Domingo Perón, más tarde, el 12 de junio de ese año, fue aprobada por decisión del mismo Perón. Después de la muerte del presidente, fue censurada nuevamente el 12 de octubre por el gobierno de Isabel Perón.2 Poco después, la mayoría del elenco y realizadores debieron marchar al exilio. Sólo pudo ser exhibida en 1984, con el regreso de la democracia.El film ganó el Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1974.
La historia se abre en Buenos Aires, en enero de 1923 y durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, con el asesinato del Comandante Zavala a manos de un hombre de nombre desconocido. A partir de entonces se produce un racconto de lo acontecido antes del suceso, mediante el cual se desarrolla la historia, comprendida en un período estimado entre 1920 y 1923.
Ante la injusta situación económica reinante, las sociedades obreras de Puerto San Julián y Río Gallegos, afiliadas a la llamada FORA comunista, la cual es dominada por los anarcosindicalistas (para distinguirla de la "FORA del 9º Congreso") y los sindicalistas revolucionarios, deciden impulsar una campaña de sindicalización de peones de la Patagonia argentina, esquiladores y otros asalariados. La respuesta de los estancieros y terratenientes es extremadamente dura, con despidos, violencia y amenazas. La simple elaboración de petitorios por parte de los peones da lugar a represalias. Lo sucedido conduce a la intensificación del conflicto, lo cual a su vez desemboca en la rebelión de los trabajadores hacia los patrones rurales y las instituciones.
El gobierno de Hipólito Yrigoyen intenta negociar al principio, enviando para este fin al Teniente Coronel Zavala, quien busca la concordia entre las partes. Esta es lograda por un breve tiempo, gracias a la creación de un nuevo Estatuto del Peón Rural. Pero cuando el conflicto recrudece luego de una conspiración llevada a cabo por el gobierno provincial y la elite estanciera, el gobierno nacional es instigado a enviar por segunda vez a Zavala, quien regresa a la Patagonia con una mayor dotación de militares y un objetivo distinto: aniquilar a sangre y fuego a la rebelión.
Héctor Olivera afirma que tuvo la idea de hacer una película sobre el tema en 1959, al leer un libro de David Viñas llamado Los dueños de la tierra. Se filmó durante el breve período de la Primavera Camporista en 1973, a un costo de 300 millones de pesos viejos. Es la sexta película en la filmografía de Olivera, y una de las que forman parte del boom cinematográfico argentino de la década del '70.
Cabe destacar que el film es un registro histórico en sí misma, dado que fue rodada tan solo 4 años antes de la clausura del Ferrocarril Patagónico. En muchas de sus escenas, a pesar de ser una recreación de los años 20, aparece gran parte de la infraestructura con la que contaba la mencionada línea férrea (que nunca recibió grandes inversiones). Así aparecen las estaciones de Deseado, Jaramillo y Tehuelches, que quedan filmadas para la posteridad; en especial la estación Tehuelches, que hoy se encuentra destruida.
El historiador, periodista y escritor Osvaldo Bayer, autor del libro en el que se basa la película, Los vengadores de la Patagonia trágica, expresó recientemente que el final original del guion de La Patagonia rebelde -en el que colaboró junto a Ayala y Olivera- era diferente al que se realizó para el estreno del film, el cual, por presiones del Ejército Argentino, tuvo que ser descartado y cambiado por la famosa escena de la fiesta de agradecimiento al Teniente General Zavala:
La otra decepción es el verdadero final para La Patagonia Rebelde. Héctor Olivera respetó el libro, cada escena está basada en testimonios y una documentación científicamente histórica, lo digo así para que se entienda. En el rodaje, recibimos la visita del Ejército, nos informaron que si se mantenía el final del guion, el estreno se suspendía. ¿Cuál era? Tras los fusilamientos a los pobladores, y según consta en los archivos policiales, el 17 de febrero de 1922 los soldados fueron al prostíbulo La Catalana de San Julián en Santa Cruz. Las cinco mujeres de aquella casa de citas se negaron a tener trato con los militares, les gritaron en la cara que eran unos asesinos. ¿Que unas prostitutas se negaran al uniforme de la patria? Ellos no lo iban a aceptar. Me enojé y quise abandonar, aunque se me ocurrió terminar con la fiesta donde los estancieros británicos agradecen al teniente coronel Héctor Benigno Varela el “haber cumplido con su deber”. Con ese final irónico se aplaudía en el cine. Pero hay que imaginarse lo que hubiese sido la sala con el otro. La gente hubiese vivado por esas pobres mujeres: Consuelo García, Angela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster.
La película tuvo varias vicisitudes, y trajo persecución y exilio para su director (Héctor Olivera) y para su guionista Osvaldo Bayer. Primero fue censurada por el entonces Presidente Juan Domingo Perón, hasta que finalmente fue aprobada el 13 de junio de ese año por el mismo Perón. Posteriormente, después de la muerte de éste, fue censurada nuevamente el 12 de octubre por el gobierno de Isabel Perón, y pudo ser exhibida recién con el regreso de la democracia en 1983.
La pel+icula se estrenó el 13 de junio de 1974 y estuvoi en cartelera dos dias y fue nuevamente censurada. Su estreno comercial fue en 1984 con la llegada de la democracia.
Fuente Wikipedia.
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