Ante un nuevo aniversario del terremoto del "44, que marcó un antes y un después en la vida de nuestro San Juan, deseo recordar a muchos que lucharon por este terruño y por su gente.José Laureano Rocha, que a la sazón era director de Radio Graffigna (hoy Colón) no tuvo miedo a las réplicas de aquel monstruoso movimiento e instaló en la Plaza 25 de Mayo, con toda rapidez, un transmisor que sólo él y quiénes lo ayudaron pudieron lograr, para decir al mundo que San Juan estaba bajo los escombros, que se necesitaba de todo.Era de noche y cuando amaneció con una fuerte lluvia y nublado, la primera provincia que llegó con sus auxilios fue Mendoza. En 1861, cuando esa provincia sufrió un terremoto similar, San Juan fue la primera hermana que acudió.Hemos leído en las obras de la Prof. Leonor Paredes de Scarso que doña Gertudis Funes marchó en una carreta con personas y elementos para ayudar a los damnificados. Después llegaron de otras partes y Chile tuvo la desgracia de perder a varios que venían en ayuda y sus nombres fueron puestos a las primeras casas de emergencia...Capitán Lazo, Enfermera Medina, Mecánico Meyer...y otros que venían en ese avión sanitario.No puedo dejar de rendirle homenaje a mi padre, don Eugenio Reverendo que tenía su Tienda en Rivadavia y Sarmiento. Al otro día empezó a arreglar las cosas que habían caído y sólo con un gran cariño por esta tierra, el 23 de enero reabrió las puertas de su negocio. Cuando la gente marchaba por calle Rivadavia hasta la Estación San Martín, él les decía "que no se fueran porque San Juan los necesitaba para la reconstrucción". Era tal el pánico que nadie se detenía a pensar que si todos se iban San Juan quedaba en la soledad más triste.No olvidemos que el coronel Juan Domingo Perón estando en la Secretaría de Trabajo y Previsión y con otros cargos organizó la colecta para San Juan. El destino tejió urdimbres secretas y fue por este motivo que en el Luna Park, en donde se realizaba una función a beneficio, conoció a María Eva Duarte, quien con un grupo de artistas salieron con alcancías a pedir ayuda para San Juan.
Mirta Legrand recuerda que ella fue una de aquellas colaboradoras. Después llegó gente de muchas partes para iniciar los trabajos de limpieza y remover escombros. La primera mueblería que abrió también fue Casa Chait y el señor Enrique Uliarte, gran sanjuanino, abrió un comedor en calle Rawson, hoy Entre Ríos, en un salón que quedó en pie. Cuánto se luchó y se hizo para que esta ciudad volviera a renacer. Las generaciones actuales tienen una ciudad basada en el sacrificio de muchos y por ello tienen el deber moral de protegerla, cuidarla y no creer que ellos son dueños de destruirla, porque el bien común nos pertenece a todos.Cuando veo las paredes de la Normal Sarmiento, que es Monumento Histórico Nacional, ensuciadas con ese aerosol que no debería estar en manos de todos, porque es un arma destructiva de la estética de nuestra ciudad, recuerdo que fue por unos días sede del gobierno, puesto sanitario y que es uno de los pocos edificios que hablan de nuestro patrimonio tangible.
El 15 de enero, es una fecha que nos conmueve por todos los que se fueron sacrificados por este movimiento fatídico, y por lo poco que se recuerda a héroes anónimos que amaron esta tierra y trabajaron para ella con devoción sanjuanina.
Prof. María del Carmen Reverendo
Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos.No tengo palabras para agradecerle a Ud la transcripciòn de este recuerdo que reviva la memoria de tantos que murieron y de otros tantos que trabajaron para que San Juan renaciera como el Ave Fénix de sus propias cenizas.Mi padre,siendo español amaba esta tierra pues llegó a San Juan en 1910,con 16 años de edad y aquí muriò con 84 de edad.Fue un ejemplo para mí, que me educó en la cultura del trabajo sabiendo que nada viene de arriba.Es una herencia preciosa que también se la debo a mi madre,una mujer inteligente y sensible que me orientó en las letras.GRACIAS...MUCHAS GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!
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